Financiamiento por el clima: la economía que puede salvar al planeta
Las finanzas están gravemente expuestas al cambio climático, ya que sus efectos influyen directamente en la rentabilidad de los sectores económicos que hoy conocemos.
Por Tamara Tolumes
A los recursos financieros utilizados para apoyar la adopción de medidas que colaboren con la mitigación del cambio climático se les denomina financiación climática. Estos recursos, explica el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), son imprescindibles porque cubren las necesidades de inversión para cambiar a una economía baja en carbono a nivel mundial y ayudar a las sociedades a adaptarse a los estragos derivados del cambio climático.
Aunque las fuentes que proporcionan estos recursos pueden ser variadas, desde públicas o privadas, nacionales o internacionales, bilaterales o multilaterales, estas se presentan mediante instrumentos diferentes como lo son las donaciones, bonos verdes, mercados de carbono, acciones, canjes de deuda, créditos, garantías y préstamos en condiciones favorables. Según el PNUD, estos financiamientos son invertidos en distintas áreas como la mitigación, la adaptación y el aumento de resiliencia de las sociedades ante desastres naturales.
Cada país se ha trazado metas ambiciosas en procesos como los Planes Nacionales de Adaptación (PNAD) para reducir la emisión de Gases de Efecto Invernadero y aumentar su capacidad de recuperación ante los efectos climáticos. De acuerdo con el Banco Interamericano de Desarrollo, actualmente el 75% de los países en América Latina ya cuenta con una estrategia para impulsar este tipo de acciones. Sin embargo en un estudio realizado por el PNUD, se demostró que el impulso de estás acciones en países en desarrollo se ve frenado por la falta de acceso a estos fondos, que requieren grandes inversiones. Una transición verde requiere de mucho dinero y la meta para los países de mayores ingresos, que es reunir 100.000 millones de dólares al año para financiar proyectos climáticos en naciones de menores ingresos, aún no se ha logrado.
Según el PNUD, los estudios recientes concluyen que el financiamiento climático puede producir rendimientos económicos que superen la inversión inicial. Una estimación realizada por la Comisión Global de Adaptación demostró que la inversión de 1 dólar en cinco áreas de adaptación clave produce un total de entre 2 y 10 dólares de beneficios netos. Además, la misma PNUD informa que el Foro Económico Mundial declaró que el sector privado tendrá un potencial de adaptación de 2 billones de dólares para 2026.
Los tipos de financiación a los que los gobiernos y empresas pueden acceder son diversos. Los países en vías de desarrollo pueden solicitar subvenciones a través de instituciones como el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM), el sector público y privado, y también pueden solicitar préstamos a tasas de mercado en condiciones favorables a instituciones financieras a nivel mundial o regional como el Banco Mundial o el Banco Interamericano de Desarrollo, señala la PNUD. Estas subvenciones y préstamos se utilizan en desarrollos de proyectos como centrales eléctricas de energías renovables, conservación de hábitats, transporte ecológico u otros elementos que cooperen a mejorar la capacidad de respuesta de los Estados ante emergencias climáticas como la protección costera e infraestructura resistente ante ciclones y tornados.
Otro mecanismo de financiamiento en pro del clima es la asignación de presupuesto por parte de cada gobierno en acciones climáticas prioritarias que van acorde a los compromisos adquiridos en el Acuerdo de París, o bien financiar estos proyectos nacionales mediante la emisión de bonos verdes soberanos. Estos últimos se solicitan a un grupo de inversores realizando un pago periódico de los intereses durante unos años y al finalizar el plazo en el que el bono vence el gobierno devuelve el monto prestado al inversor.
El dinero que se invierte para solventar estas medidas de reducción de efectos del calentamiento global es obtenido también a través de las emisiones de GEI. Esto se debe a que las emisiones de estos gases se miden en “créditos de carbono”, ”un crédito de carbono negociable equivale a una tonelada de dióxido de carbono, o la cantidad equivalente de un GEI diferente reducido, secuestrado o evitado” señala la PNUD. Es por ello que tanto el sector público como el privado compran estos créditos con la finalidad de compensar sus emisiones de GEI. Además, la imposición de impuestos de carbono a productos y servicios con huella de carbono muy alta ayuda a promover la migración al consumo de productos y servicios más sostenibles.
Entre los programas de inversión para la conservación del medio ambiente encontramos el acuerdo del Parlamento Noruego sobre el Fondo Soberano de Riqueza de Noruega para que retire su dinero en activos de empresas de combustibles fósiles por un monto de más de 13.000 millones de dólares y ha autorizado una inversión hasta unos 20.000 millones de dólares en energías renovables, informó la WWF. Asimismo, cabe destacar el trabajo del PNUD y su labor para ayudar a los países a acceder a este tipo de ayudas y a formular las estrategías a seguir para invertir fondos públicos y privados de manera eficiente. En Uruguay, el PNUD ayudó al gobierno para que un bono soberano asociado le fuera otorgado para cumplir con sus objetivos nacionales. Mientras que a nivel América Latina y el Caribe se espera que la implementación del Marco Común de Taxonomías logre capturar flujo de capitales a nivel internacional para proyectos con bajas emisiones de carbono, informa el PNUD en su página web.
Como podemos ver la financiación de proyectos que ayuden a mitigar y detener los efectos del cambio climático está a la orden del día. A pesar de no ser un tema del que se habla mucho, tanto organismos internacionales como los gobiernos están haciendo un esfuerzo por invertir en salvar al planeta y regenerar el medio ambiente. No podemos comprar al planeta, pero sí podemos buscar la forma de costear métodos que le permitan sanar, ya que después de todo las palabras economía y ecología provienen del mismo término “eco” que significa hogar.
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Autor
Tamara Tolumes
Consultora de marketing Cámara Verde de Comercio capítulo de México Estudiante Relaciones Internacionales
Referencias
Finanzas climáticas. (s/f). Wwf.es. Recuperado el 6 de noviembre de 2024, de https://www.wwf.es/nuestro_trabajo/clima_y_energia/finanzas_climaticas/https://climatepromise.undp.org/es/news-and-stories/que-es-la-financiacion-climatica-y-por-que-es-necesario-incrementarla
¿Qué es el financiamiento climático? (s/f). Gov.co. Recuperado el 7 de noviembre de 2024, de https://finanzasdelclima.dnp.gov.co/financiamientoclimatico/generalidades/Paginas/que-es-el-financiamiento-climatico.aspx
Jaramillo, M., Delgado, R., Talbot-Wright, H., Torres Pelaez, D., Gonzáles Carrasco, L., Ruíz, U., Rosales, R., & Hernández, Y. (2024). Estrategias financieras climáticas: análisis de experiencias internacionales . Banco Interamericano de Desarrollo.